Por: Fabio Lacolla
la clave del amor está en sentirse deseado por la persona que deseamos.
Cuando te sentís deseado el rumbo se marca solo, dormís sin que las crueles cervicales te indiquen que algo no funciona bien. Sentirse deseado es llenar las córneas de ese líquido emotivo que algunos llaman lágrimas producto de una emoción y no de una angustia. Es hacer zapping sin urgencias, pensando en el futuro sin la presión del pasado. Es oír hablar en plural.
sentirse deseado es no sentirse excluido.
Es estar incluido en los tiempos del otro, poder abrir la heladera en la casa del vecino, dormir con los zapatos puestos. Es tener la opción de elegir cuando el otro nos invita a participar. Cuando te desean no hace falta pedir nada, todo marcha como un micro en la ruta hacia Bariloche.
sentirse deseado es poder andar solo
Si el amor es poder estar sin el otro, sentirse deseado es poder andar sin urgencias. No necesitar controlar, no masticar desconfianzas y no sentir que no somos necesarios para el otro. Cuando la ausencia del otro deja de ser una amenaza nos sentimos deseados. Caminar por la calle sintiendo el aire fresco antes de llegar a casa, es sentirse deseado.
“Palabracadabra”. Un dibujo de Flor Luna
cuando hay generosidad hay deseo
El amor tiene dos o tres termómetros, uno de ellos es la generosidad. Una persona generosa puede “biendesear” porque no especula. Una persona avara de cariño, mezquina afecto y mendiga amor a puro acto, sin poder poner en palabras esa dificultad. El avaro no desea, sólo quiere que seas su atracón. Avaro puede definirse como el estocado por un amor anterior que no pudo superar, avaro es el que no fue querido.
sentirse deseado es trabajar en equipo
Se trabaja en equipo cuando hay una tarea por cumplir, cuando hay un camino trazado y cuando acompaña el sentido del humor. La competencia mira por el ojo de la cerradura pero duerme afuera. Nietzsche decía que teniendo claro el para qué, soportamos cualquier cómo.
Hacete fan de Amores Tóxicos
AMORES TOXICOS LLEGA A NEUQUEN
