Por: Fabio Lacolla
Goma: Sujeto amorfo y pegajoso, exudado por ciertos vínculos de pareja, que se endurecen en el contacto con el otro. Tienen la particularidad de rebotar contra una pared y volver con más fuerza.
De lo sólido a lo gomoso
Al principio pasa inadvertido, de lejos es un muchacho amable, medio canchero y con buen porte. Te hace reír –en las puertas de los gimnasios deberían volantear advirtiendo que el mejor ejercicio es tener sentido humor y no engrosar la musculatura– y, dentro de todo, tiene una vida ordenada. Te llama cuando esperás que te llame, te guasapea cuando viajás aburrida en el bondi y esa camisita blanca que le regalaste, le queda linda. Eso te da seguridad y poco a poco te vas relajando. Empezás a estar menos pendiente, a compartir más tiempo con tus amigas y, lejos de salir a buscar el partido, tratás de mantener el resultado.
Cuando el otro te da seguridad con su presencia constante, no necesitás ninguna pregunta y mucho menos ninguna respuesta para saber que la relación mas o menos funciona. Esta seguridad es inversamente proporcional a ese estado gomoso que en breve, tu chico bonito, va a transformarse.
Tu ausencia, en un principio, no es por motivos amorosos, sino porque su permanencia te da la seguridad suficiente para manejarte independientemente de él. Sentís que está todo bien y seguís tu vida naturalmente. Pero claro, al joven, no le pasa lo mismo. Tu distancia le llena la cabeza de dudas y tu “vida más allá de él” es una amenaza constante. No sabés cuándo ni cómo, pero ese muchacho lindo y simpático, empieza a transformarse en tu peor pesadilla.
Tipos de goma
a) El goma pelota: carece de creatividad y todas sus propuestas rebotan como en un frontón.
b) El goma Eva: es divertido pero un poco aniñado, esquiva hablar de temas profundos y se ríe a destiempo.
c) El goma espuma: Es mullido pero a la larga se termina hundiendo quedando reducido a la mitad de lo que era.
d) El goma de borrar: Tienen la pretensión de hacer desaparecer a todos tus amigos y compañeros de trabajo, pretende que todos tus espacios se reduzcan a sus tiempos. Solo concibe una relación en tanto es exclusiva más no incluisiva.
e) El goma de mascar: Es un dilatante de la palabra y un imposibilitado de la acción. Duda y se contradice todo el tiempo. Le faltan huevos. Pregunta todo el tiempo qué querés y casi nunca te sorprende.
f) El goma de auxilio: Lo usas como un yo-yo. Cuando lo necesitás lo llamás al toque.
g) El gomita: Es tan dulce que te cuesta tratarlo mal, pero tenés que saber que detrás de toda dulzura se asoma un violento pasivo.
h) El gomaso: sin palabras.
Características del goma
La artística del goma se basa en el disimulo. Quiere evitar que se le note la duda y la inseguridad, pero la inseguridad en el amor es como una mancha de tuco en una remera blanca. Simula encuentros casuales, mensajes de texto por error y sorpresas inadecuadas en momentos inoportunos. Quiere saber todo, pero tus respuestas no le alcanzan, te acompaña a un cumpleaños pero lejos de divertirse se transforma en un agente del FBI. Esos ojitos que en algún momento te sedujeron devienen en una cámara oculta y, el problema de todo esto, es que empezás a dejar de ser vos.
Cómo desgomarse
Sería muy fácil pretender que el otro entienda que está todo bien y que, cuanto más se relaje, mejor va a funcionar todo. Sería ideal sentarse a tomar un Campari charlar de las diferencias entre ahogo y cariño y que ambos lleguen a un acuerdo que los haga felices. Pero la mala noticia es que el otro es lo que uno le permite. No deberías preguntarte por él, sino por vos. ¿Cuál es el sentido de sostener un vínculo que, lejos de acompañarte, controla todos tus movimientos? ¿Necesitás de verdad sentirte perseguida y en estado de sospecha? Después de todo, tampoco es tan loco lo que pretende… estar más tiempo con vos. Es posible que no elija los métodos adecuados para hacerlo, es posible que sus demandas te alejen cada vez más, y es posible que seas vos más insegura que él sosteniéndolo más como rehén que como compañero. El goma no nace, se hace. Y se hace porque su determinismo está flojo de experiencia, porque posiblemente sea un mamero que se maneja a demanda constante, o porque es de esas personas que para “ser en el mundo” necesitan de la presencia del otro, y no hay nada más pesado que cargar con la responsabilidad de que el otro se sostenga gracias a vos. Unos de los infinitos secretos del amor es saber buscar personas generosas y no quedarse atrapado en las telarañas egoístas de una persona que, antes de mirar al mundo, se mira el ombligo.
AMORES TOXICOS EN BUENOS AIRES
Sábado 25 de Octubre en el CAEPS
E N T R A D A S E N V E N T A
