Mi pasión por la Alta Relojería nació el primer día que me puse un Jaeger Lecoultre en la muñeca. Lo recuerdo como si fuera hoy. No digo que sea el mejor reloj del planeta, ni el más exquisito. Digo sólo que algo especial me pasó en el momento en que mi pulso y el tic-tac de esa máquina perfecta sonaron al unísono. Todavía recuerdo la emoción: el frío del acero y ese shock de belleza, arte y precisión.
Amigos míos, para entrar al universo de la Alta Relojería debemos partir por distinguir dos grandes mundos: los relojes masivos y los relojes artesanales.
a). Los relojes masivos del Alta Relojería son hechos en serie, sus ventas arrojan importantes números y sus costos oscilan entre los u$s 1000 y los 100.000 ó más, por unidad. En este grupo encontramos a marcas como Cartier, Tag Heuer, Rolex, Omega, entre otras. Aquí, para resumir, la tecnología prima sobre el arte.
b). Los relojes artesanales de Alta Relojería, en cambio, están hechos prácticamente a mano. Se privilegia el detalle y la particularidad de cada pieza. Por ejemplo, si visitamos a una fábrica de relojes masivos, nos encontraremos con máquinas, pero si vamos a una artesanal, veremos personas trabajando concienzudamente en cada fragmento del armado del reloj. Los relojes artesanales más conocidos son IWC, Jaeger Lecoultre, Patek Philippe, Vacheron Constantin y Audemars Piguet.
Desde el punto de vista del precio, un reloj artesanal no es necesariamente más caro que uno masivo. Sin embargo, muchas personas siguen apostando a las marcas más “famosas” porque es lo que conocen y en lo que registran el prestigio. A ellos les dedico esta entrega de mi blog.
¡Y, sí, claro! también para vos, para que bucees en este enorme y fascinante universo de los señores relojes y para que descubras a alguna nueva belleza, hecha por algún suizo, especialmente para un “Bon Vivant” comme toi, mon amie.