Por: Manuel Queirolo
El partido concluyó temprano. Duró los 90 minutos reglamentarios, pero estaba terminado mucho tiempo antes. El 1-0 en contra y la expulsión de Vyntra, a los 40 minutos del primer tiempo, sepultaron rápidamente la ilusión del Levante, que comenzaba este duelo con un punto sobre nueve y sin marcar en las primeras tres jornadas. El Barça, por su parte, llegaba invicto y sin haber recibido goles en este inicio de temporada. Si en Valencia vencer al líder once contra once ya sonaba a hazaña, hacerlo con un jugador menos implicaba un verdadero milagro. El 5-0 final terminó plasmando en el marcador las claras diferencias futbolísticas que existen entre uno y otro equipo. Entre el primero y el último. Una verdadera paliza. Una manita de Knock-out.
Foto: Sport.es/// El Barcelona aplastó al Levante a domicilio.
Los catalanes comenzaron el partido presionando cerca del área rival, tratando de imponer sus condiciones. Esos primeros minutos del encuentro sirvieron para comprobar un cambio de actitud en los dirigidos por Luis Enrique. Parecía como si el mal partido que habían disputado el miércoles contra el Apoel, por Champions, los hubiera dejado con bronca, con ganas de demostrar que podían y debían jugar mucho mejor.
El equipo entró al campo más agresivo, volcado decididamente al ataque. La mayoría de las jugadas de peligro se gestaban por el andarivel izquierdo. Desde esa zona nacían los ataques más profundos. El tándem formado por Jordi Alba y Neymar se mostraba mucho más peligroso y desequilibrante que la sociedad que por derecha armaban el siempre impreciso Pedro y un irreconocible Dani Alves. El lateral brasilero parece haberse convertido, de repente, en una maquina de tirar centros sin sentido.
Durante los primeros treinta minutos, casi todo fue blaugrana. Alba, tras un buen pase de Messi y luego Neymar, en dos oportunidades, fueron quienes tuvieron las chances más claras de abrir la lata. Los locales, por su parte, tuvieron la suya pero Rakitik evitó sobre la línea lo que hubiera sido el gol de Barral. Leo, mientras tanto, deambulaba por el centro del ataque como quien pasea por un shopping en busca de descuentos en una tarde de lluvia. El cero en el marcador no se movía.
Hasta que Messi se aburrió y frotó la lampara. Pidió la pelota en tres cuartos de cancha y se puso nuevamente la pilcha de asistidor. El crack rosarino filtró un preciso pase para Neymar, quien controló la pelota, superó al arquero y marcó el 1-0 a placer. Otro gol de Neymar, el tercero por Liga. Otra asistencia Messianica, la quinta de esta temporada. La conexión sudamericana seguía dando sus frutos.
Enseguida, un buen pase de Iniesta para La Pulga terminó con el 10 revolcándose por el verde césped. Penal para el Barca y expulsión de Vyntra, central del conjunto valenciano. Partido terminado. De poco importó que Lionel ejecutara horriblemente ese penal, enviando la pelota lejos del palo derecho de Jesús. Ya no habría equivalencias. Sólo restaba saber cuántos goles intentaría marcar el conjunto Barcelona y cuan finos estarían sus jugadores de cara al arco rival.
Fueron cinco, pudieron ser varios más. Pedro, Rakitik, Sandro y Messi (tras un obsequio del arquero rival) se sumaron a Neymar en la lista de anotadores. De esta manera, el Barça sale airoso de un campo difícil y se asegura la punta del torneo, al menos por unos días. Los catalanes volverán a ver acción el próximo miércoles cuando, por la quinta fecha del campeonato, viajen a La Rosaleda para enfrentar al Málaga.