Sin fútbol, sin ganas.

#FCBarcelona

El fallido pase atrás de Dani Alves fue un presagio de lo que sería la tarde para el Barça. Pero la involuntaria asistencia de gol del displicente lateral brasilero no fue lo único desconcertante que pude verse en la ciudad condal. La realidad es que a los locales no le salió nada de lo poco que intentaron. Fue como si los dirigidos por Luis Enrique hubieran jugado a media máquina, al trote, con la cabeza puesta en el duelo que el próximo martes los estará enfrentando al Manchester City, por los octavos de final de la Champions League.

Cuesta recordar un partido en el que el Barcelona, mas allá de jugar mejor o peor, haya generado tan poco juego y dispuesto de tan pocas chances de gol. Tanto es así que la primera jugada importante, de cierto riesgo para el arco del Málaga, llegó recién a los 84 minutos, cuando Pedro culminó de mala manera un mano o mano que pudo significar el empate blaugrana. Hasta allí, nada de nada. Kameni, el buen arquero camerunés que defiende el arco del equipo malagueño, casi ni transpiró y vivió probablemente una de sus tardes más tranquilas bajo los tres palos. Un Barça sin fútbol y sin ganas terminó perdiendo merecidamente por 1-0, cortando una racha de once victorias consecutivas y alejándose de la pelea por el título.

barca-vuelve-perder-los-papeles-1424537994353

Juanmi aprovecha el regalo de Dani Alves y adelanta al Málaga. Fue el único gol de la tarde.
Foto: Sport.es

Los visitantes, que habían salidos derrotados las ultimas doce veces que habían visitado el Camp Nou, aprovecharon el tempranero regalo de Alves para ponerse en ventaja por intermedio de Juanmi. A partir de allí, los muchachos de Javi Garcia controlaron el partido cerrando sus líneas y apretando en todos los sectores de la cancha. No fueron necesarias salvadas milagrosas ni una defensa heroica. Con orden y despliegue les alcanzó para neutralizar a un rival que simplemente estaba en otra cosa. Iniesta y Busquets hacían agua en la mitad de la cancha, mientras que Piqué y Mathieu se mostraban excesivamente lentos en los retrocesos defensivos.  Arriba, el tridente no fue la excepción. Neymar perdía en casi todos sus intentos individuales (el ex Santos terminó el partido desquiciado y pegando una patada de expulsión), Suárez intentaba, sin éxito, escaparle a la posición adelantada (en el segundo tiempo le cobraron seis fuera de juego) y Messi, desganado, ensayaba pelotazos sin sentido casi desde la mitad de la cancha. ¿El fútbol? Bien, gracias.

Los hinchas que se acercaron al Camp Nou para presenciar una nueva exhibición de su equipo no debían poder creer lo que estaban observando. Los barcelonistas que se ilusionaron con disfrutar de Leo y sus goles, de Neymar y sus gambetas, terminaron siendo testigos de una actuación flojísima del equipo catalán. Aquellos fanáticos que esperaban una nueva victoria culé que depositara al cuadro blaugrana en lo más alto de la tabla de posiciones, regresaron a sus casas con las manos vacías. Vacías de goles. Vacías de futbol. El Barca dejó pasar una chance de oro y, de ganar mañana el Real Madrid en su visita al Elche, quedará a cuatro puntos de la cima.

El martes en Manchester, el Barça afrontará una verdadera batalla futbolística contra un peso pesado de Europa. Para sacar adelante la eliminatoria deberá generar mucho más fútbol y, sobre todo, jugar con muchas más ganas.