Por: Carlos Messuti
Hasta el más budista zen de los gamers se ha encontrado al menos una vez con un juego tan injustamente difícil que seguramente lo llevo a evaluar el tirar el control de la consola por la ventana o directamente matar a todos los que lo rodeaban, sin motivo aparente.
Los culpables de estos impulsos homicidas son generalmente los denominados “jefes” de un juego (o sea, aquellos personajes que custodian la entrada al próximo nivel y que, como es de esperarse, no nos dejarán pasar sin antes hacernos la vida imposible. Así mismo, entre los “jefes”, quien más se destaca es el último, que nos separa de la meta y, por ende, de completar el juego.
Es común que los desarrolladores hagan de este combate el más difícil y épico del juego, sin embargo, en algunos casos, es tal el empeño que ponen en hacer de la batalla un evento memorable que logran que personas como yo anoten sus nombres de la lista de créditos con la intención de irlos a buscar a sus respectivos países de origen llevando un bidón de nafta y una caja de fósforos como único equipaje.
Sin más preámbulos, he aquí una lista de ejemplos que he recopilado a suerte de Top five. Por cierto, si alguien piensa viajar a Japón en los próximos meses, les puedo acercar una lista de nombres y materiales altamente inflamables.
5) Castlevania Dracula X: Vampire’s kiss (Super Nintendo)
La versión de 16 bit del Dracula X es bastante difícil de principio a fin. No obstante, a alguien le pareció que sería muy divertido ponernos a pelear contra el mismísimo Dracula en angostas plataformas rodeadas de un precipicio. De más está decir que si al menos una de las bolas de fuego que el enemigo lanza nos toca, nuestro personaje cae inevitablemente al vacío, forzándonos a recomenzar el nivel (siempre y cuando nos queden vidas). A eso se suma el hecho de que el rey de los vampiros cuenta con DOS transformaciones (o sea, DOS barras de vida) y un solo punto débil.
4) Illbleed (Sega Dreamcast)
Este juego pasó sin pena ni gloria, sin embargo su vuelta de tuerca sobre el género del survival horror lo convierte en un título excelente. Lo que no es excelente es el maldito del sr Banbollow. Este espiritu sediento de venganza por la muerte de su hijo se nos aparece en forma de un zombie con un lanzallamas, al cual tenemos que matar con un bate de baseball. Sin embargo, lo verdaderamente difícil de pasar es la versión gigante del mismo personaje, que nos ataca mientras intentamos cruzar un lago saltando de tronco en tronco. No solo es el jefe más difícil del juego, sino que además… ¡¡es el del primer nivel!! ¡¿En qué estaban pensando?!
3) Clock Tower III (Playstation 2)
En el final del juego hay que enfrentarse a Lord Burroughs. Este refugiado de la más trucha película de mosqueteros nos desafía a un duelo de arco y flecha (si eso les parece raro es porque no jugaron al juego). El problema es que, a la velocidad en que le sacamos vida, para nosotros la pelea dura alrededor de cuarenta minutos, mientras que si el nos acierta una sola vez, nos mata y hay que volver a empezar. Para colmo, cada vez que perdemos tenemos que ver una cinemática larguísima que no se puede saltear.
2)Blood will tell (Playstation 2)
Para matar al último enemigo de este título de ninjas no solo debemos enfrentarnos contra el en sus tres transformaciones, sino que para rematarlo hay que asestarle una combinación de cuarenta y ocho comandos en veinte segundos sin equivocarnos ni una sola vez. Hubiese sido mucho más fácil y placentero si el destinatario fuese, en lugar de un dragón gigante, el desarrollador del juego.
1) Demon’s crest (Super Nintendo)
Y el premio al más desgraciado es para el dark demon, enemigo final del “Demon’s crest”, que literalmente nos pone bajo una cascada de disparos. Como si eso no alcanzara, las paredes del escenario están tapizadas en pinches y estacas.
¿Se te ocurre alguna otra injusta batalla que haya quedado afuera? ¿Cual fue el jefe más difícil al que te enfrentaste? Desahogá tu frustración abajo.