Por: Sol Iametti
“Nuestro destino de viaje nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas.”
Henry Miller
A veces tenemos que dejarnos llevar por el impulso. A veces, hay que soltar los mapas y dejarse guiar por el instinto; no seguir itinerarios; perderse porque sí.
“Soltar los mapas.” Algo que parece tan simple y, sin embargo, no siempre resulta tan fácil. Soltar los mapas implica dejar que pase lo que tenga que pasar, o en las palabras de Mark Twain: “…suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro.” Entonces soltar los mapas también es soltar la mano de la seguridad y dejar que la intuición trace una nueva senda.
Yo, por mi parte, viajé con mi hermana, y nos aventuramos a recorrer todas las ciudades caminando (sí, todas). El día que nos tocó soltar los mapas estábamos en París. Desde nuestra llegada a la ciudad supimos que no queríamos respetar itinerarios, porque cuando se trata de azar, París es una experta; te invita a descubrirla como si estuvieras retirándote la venda de los ojos: de a poco y sin saber con qué te vas a encontrar.
Así, después de una mañana de nubes de cemento por Montmartre y la maravilla de sus calles angostura, decidimos ir caminando hasta el Parc Monceau, un parque menos popular que los Jardines de Luxemburgo o los Campos de Marte y que habíamos decidido visitar después de ver el film El último amor. El Parc Monceau nos susurró el otoño, acompañado de las voces en francés de los niños de una escuela, que convirtieron el parque en su patio de recreos.
A medida que uno camina por el parque y empieza a acercarse a la salida, el Arco del Triunfo revela su magnitud como un eje, como un norte, marcando el punto de encuentro con los Campos Elíseos.
El segundo día que soltamos los mapas, habíamos salido de perdernos sin querer queriendo en la Île Saint-Louis, y ésta vez aplicamos la frase de forma literal. Mi hermana me propuso soltar el mapa y encontrar la Torre Eiffel a partir de nuestro instinto.
Así fue, soltamos los mapas y soltamos el reloj asomándonos a la rutina de la ciudad y su gente, haciendo de la longitud de las calles un camino confeccionado en el momento. Entonces, cuando la Torre empezó a develar su magnitud (al igual que el Arco del Triunfo), nos sobrevino un caudal de adrenalina, y disimular la sonrisa renunció a ser una opción.
Hace poco leí una frase que se quedó conmigo: “We’re all made of tiny stories” (Estamos hechos de pequeñas historias). Soltar los mapas es confiar, confiar en uno mismo para sumar otra historia, por pequeña que sea; soltar los mapas es escribirse sobre la marcha; es convertirte en tu propio destino.
“El único verdadero viaje de descubrimiento consiste no en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos.”
Marcel Proust
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Les dejo el trailer de la película que menciono arriba, un plan de fin de semana que pueden encontrar en este link, y como no puede ser de otra manera, una canción para acompañar el post. Bon weekend!