La vida y el cine… y viceversa

#TodasMisPalabras

Un domingo en París

“El cine no es un arte que filma vida, es cine está entre el arte y la vida.”
Jean Luc Godard

Cuando era chica soñaba con hacer cine. Mi infancia tuvo más que ver con películas que con muñecas, y cada vez que nos sentábamos a almorzar o cenar, mientras mi papá iba haciendo zapping yo relataba una sinopsis propia y detallaba los protagonistas, casi como si estuviera dando lección, pero con fervor, como si se me fuera de las manos, como si la fotografía excediera los límites del marco.

El cine y yo tenemos una relación de larga data. Mi infancia fue boyando del cine a la música desde que tengo memoria. El cine y la música marcaron los primeros pasos de mi vocación, sin querer queriendo, entrando en mi vida en puntas de pie, abrazándome para no dejarme ir.

Así crecí, jugando a encontrarle sinónimos fílmicos a cada tormenta, cada giro y cada instante de felicidad que fueron sucediéndose en mi vida. Así fue como las bandas sonoras pasaron a ser mis canciones preferidas, y muchas de ellas soundtracks de momentos indelebles.

Así Elizabethtown tras la partida de mi papá (y la escena final en la que Drew recuerda a su papá saludándolo de espaldas); así Medianoche en París devolviéndome a mi lugar en el mundo sin escalas ni 14 horas de vuelo, o Antes del Atardecer recordándome una tarde de poemas de Walt Whitman en Shakespeare & Co. Así Bajo el Sol de Toscana, resucitando mis ganas de escribir y viajar cada vez que la veo… Y también así, la película, una película que vi en un avión de regreso a Buenos Aires.

- Y en esta instancia, permítanme describirles la película como lo hubiera hecho en un almuerzo de sábado en familia -

El camino cuenta el trayecto de un padre que asume el desafío de realizar el camino de Santiago de Compostela tras la pérdida de su hijo, quién muere durante el peregrinaje. Está dirigida por Emilio Estévez, y protagonizada por él mismo y Martin Sheen (quién también es padre de Estévez fuera de la pantalla).

De todos los días que ésta película podría haber llegado (porque soy fiel creyente de que son las películas, los libros y las canciones los que salen a nuestro encuentro, y no a la inversa), llegó justamente en el final de mi segundo viaje, luego de haber tenido por última parada al mismo territorio: España. Llegó para hablarme de lo que puede o no suceder cuando el proceso de pérdida se da en el sentido contrario: un padre que pierde a un hijo, un padre que esparce las cenizas de su hijo durante un viaje. Una película que vi durante un viaje, mientras cruzaba el Atlántico; una película que es un viaje en sí misma.

Desde ese momento, algo dentro mío me ancló en la idea de realizar el Camino de Santiago. La idea me abrazó para no dejarme ir, como el cine y la música. Me abrazó el pasado para mostrarme otra versión y caló tan hondo por debajo de mi piel que se convirtió en un desafío: andar la tierra para desenredarme, que cada paso sea sentido y siendo consciente de todo lo que viví. Realizar el camino de Santiago es ahora uno de los destinos en mi agenda porque tengo la certeza de que es algo que va a cambiar mi vida para siempre; porque tengo sed de historias nuevas; porque tengo afán de nuevas culturas, idiomas y experiencias; porque siento que aún quedan muchos más regalos por abrir.

Entonces, me siento a unir puntos (porque buscar relaciones y sincronías es mi hobby favorito) y veo todo tan claro como mis pies en el Mediterráneo una noche de octubre de 2012: emprender el Camino de Santiago gracias a la inspiración de una película es emprender un nuevo camino; emprender EL camino es desempolvar un nuevo camino que me espera del otro lado del océano, porque como dice una frase de la película “la vida no se elige, se vive“… y porque se hace camino al andar“.

“El cine es una investigación sobre nuestras vidas. Sobre lo que somos. Sobre nuestras responsabilidades -si las hay-. Sobre lo que estamos buscando. ¿Por que querría yo hacer una película sobre algo que ya conozco y entiendo?”
John Cassavetes

Pueden ver los lugares que recorrí en mi último viaje a París inspirada por el cine en [este link]