Por: Agostina Fasanella
¿Cuántas veces percibimos el resultado de un partido con solo mirar la actitud del equipo al entrar a la cancha?
La preparación y el entrenamiento desde el coaching ontológico busca un nuevo nivel de conciencia de cada deportista, respecto de si mismo y del equipo, logrando destacar sus más altos recursos.
La búsqueda del coach es acompañar al deportista para que logre estar presente en el partido o la competencia sin ser “molestado” ni “perturbado”. La sensación que se busca lograr es la de fluir en el juego. Como experiencia, es una sensación de poder, libertad, paz y placer. Como si todo sucediera en cámara lenta y nada molestara.
¿Para qué sirve el Coaching Ontológico en el Deporte?
Un deportista se entrena buscando excelencia en los siguientes dominios:
- Condición física.
- Técnica particular de su deporte y de su puesto en particular.
- Táctica.
Desde el tipo de coaching que desarrollo junto a mi equipo desde hace más de 13 años, lo que proponemos es agregar un cuarto dominio al que denominamos: “Maestría personal”, desde el cual podemos revisar cuestiones del mundo emocional y las capacidades inter e intra personales.
No siempre un “fracaso deportivo” tiene que ver con el aspecto táctico, técnico o físico.
Un deportista o un equipo muchas veces pierden porque sus pensamientos y emociones no estaban alineados con sus objetivos, o porque el equipo tenía “problemas internos” que se vieron reflejados en el resultado final. Todos estos factores juegan un rol fundamental al momento de salir a competir. Muchas veces el éxito o el fracaso son internos y luego se manifiestan afuera.
Según Félix Salotto, especialista en tema, desarrollando “Maestría personal individual” se logra:
- Autovaloración.
- Actitud positiva ante resultados adversos.
- Aumentar la capacidad de concentración y estar presente en el partido.
- Responder positivamente ante los eventos que ocurren, incluso los inesperados.
- Dominio y manejo de las emociones, en especial la ansiedad, el miedo y el stress.
- Dominio y manejo de los pensamientos negativos y limitantes.
- Manejo de la crítica, la desaprobación y el juicio externo.
- Visualizar y materializar los resultados deseados.
- Alinearse tras los objetivos.
Y desarrollando “Maestría personal grupal” se logra:
- Aceptación de la diversidad dentro del equipo.
- Sinergia grupal (suma de energías).
- Aumentar el nivel de compromiso grupal.
- Ser consciente del nivel de responsabilidad.
- Comunicación efectiva entre sus integrantes.
- Alinear los intereses personales y grupales.
- Unicidad y conexión de equipo: estar todos funcionando “en la misma frecuencia”, sabiendo qué va a hacer el otro, aunque esté improvisando.
El Coach facilita el camino hacia nuevos aprendizajes, detectando obstáculos ó limitaciones que habían sido inadvertidos hasta ese momento y que interfieren en el logro de los resultados propuestos, reconociendo de esta forma los límites en el desempeño y el aprendizaje y colaborando a disolverlos y trascenderlos.
Hasta la próxima!
Agostina Fasanella
Y el Equipo de Liderarte Consultora