Por: Luciana Paulise
Crear tu propio negocio puede ser uno de los hitos más importantes en tu vida. Uno pone toda su dedicación y recursos en él. Quiere empezar ya mismo, pero resulta que no sabe por dónde empezar. No sabe cuánto tiempo necesita para implementarlo, ni cuanta plata, ni a que clientes va a venderle. Entonces, ¿por qué no pensar por adelantado qué queremos de nuestro negocio, qué razones tenemos para pensar que va a funcionar y como lo vamos a hacer? Eso es hacer un plan de negocios. ¿Por qué no?
Un plan de negocios entonces es una declaración escrita acerca de la proyección a futuro de un negocio: cómo nos gustaría que fuera nuestro negocio en un principio, cómo nos gustaría que creciera y cuánto nos gustaría ganar con él. Debemos escribir tanto lo que queremos y lo que tenemos para lograrlo, como también debemos detectar qué no tenemos y qué no queremos.
Un plan de negocios es utilizado para varias razones. La primera, como dijimos, para determinar qué queremos hacer y cómo, y no olvidarnos de ello a medida que avanzamos con el proyecto. Sirve como una herramienta de toma de decisiones, ya que nos ayuda a decidir cuánto, cuando y como invertir, cuándo decir que si y cuándo decir que no, cómo hacernos conocer, cuándo conseguir más recursos, quienes son nuestros clientes, cómo es nuestra competencia, etc.
La segunda, para mostrárselo a los demás (socios e inversores), como un currículum. De esta forma podemos recibir los recursos necesarios de forma planificada. Si un inversor detecta que sabemos lo que queremos, tenemos más probabilidades que confíe en nosotros y nos ayude con dinero y otros recursos. El plan de negocios es un instrumento que, por ejemplo, puede ser suministrado a un banco para poder dar los datos que necesita para entender el riesgo que asume.
Un plan de negocios es tu hoja de ruta... tu GPS… saldrías sin él?