Por: Luciana Paulise
¿Tu empresa se enfrenta continuamente a mayores demandas de rentabilidad y calidad? Un sistema de gestión eficiente puede ayudarte a superar estas demandas y convertirlas en una ventaja competitiva. Para eso fueron desarrolladas hace 25 años las normas ISO 9000 por la Organización Internacional de Estandarización (ISO). Son una serie de normas básicas y genéricas que definen las bases de un sistema de gestión de calidad para todo tipo de empresa, con el objetivo de monitorear los procesos y servir mejor al cliente y cumplir sus expectativas.
ISO 9001 es la más conocida de las normas, pero es sólo parte de un portfolio de documentos. La ISO 9000 contiene los fundamentos y el vocabulario necesario para entender el texto de la ISO 9001; ISO 19011 es una guía sobre cómo hacer auditorías de los procesos; ISO 10003 es una guía para mejorar la satisfacción al cliente. Hay en total 21 documentos en el portfolio de ISO 9000. También hay otras normas ISO, como las de sistemas de gestión de seguridad de la información, gestión de la energía, inocuidad de los alimentos y dispositivos médicos entre otras.
La ISO 9001 en particular define los requerimientos de tu sistema de calidad. Más de un millón de empresas están certificadas con ISO9001 en todo el mundo. Tanto las compañías grandes como las PYMES, aún formadas por una sola persona pueden certificar, y pueden ser de la industria manufacturera, servicios, salud etc. No se busca que el producto sea el mejor, sino que los productos iguales tengan características iguales.
- Mejorar la forma de hacer negocios
- Cumplir requerimientos de clientes que necesiten que estemos certificados
- Incrementar el market share. Al certificar hay más compañías que pueden ser tus clientes porque podés cumplir sus requerimientos
- Competir en un mercado global
- Reducir pérdidas, scrap y re-trabajos
- Incrementar la confianza del cliente y su satisfacción
¿Cómo puede hacer tu empresa para certificar? Una empresa tarda aproximadamente 15 meses en implementar la norma ISO 9001, con consultores internos o externos, y finalmente certificar. Una entidad certificadora independiente (hay varias en Argentina) compara el sistema actual con el que pide la ISO. La certificación puede ser parcial (sólo de algunos procesos) o de toda la empresa.
¿Querés saber si mejora en rendimiento financiero de tu empresa? En la próxima nota te lo cuento.