Intensidad, siempre

#TodasMisPalabras

Intensidades

“Escribir es descender, excavar, internarse en las profundidades.”
―Anaïs Nin

Escribir es descender, virar la mirada hacia adentro, ir más y más profundo. Hoy me toca hablar de mi historia de amor con las palabras; ¿las encontré o me encontraron?. Mi historia de amor con las palabras, y “el amor, esa palabra“.

Esta nota es dedicada a las palabras, en una semana de dedicarme a las palabras. Las palabras que pronunciamos, las que nos guardamos para más tarde, las que nos endulzan la rutina.

La intensidad se infiltra en todo lo que escribo; la intensidad es el eje de todo lo que escribo. Justamente ayer escribí en mi blog: [...] estoy presente, soy puente. Quiero que crucen del otro lado; que crucen del otro lado a través de mis palabras. Las palabras son los listones que componen mi estructura; y no necesito que me reparen, porque sería barrerme la experiencia. [...] aunque mi experiencia, intensidad: Me prefiero así.

Esta semana vi una película de esas que dejan huella: Aires de esperanza. Protagonizada por Kate Winslet y Josh Brolin, Aires de esperanza trasciende la pantalla convirtiéndose en atmósfera; una atmósfera cítrica en la que el aire se convierte en gajos; y el deseo y el anhelo configuran un sabor sublime, intenso y sublime.

Bajo la dirección de Jason Reitman (Amor sin escalas y La joven vida de Juno), esta película explora la introspección, el dolor, la luz y las sombras con una cinematografía que habla por sí sola. Destellos de sol, campos, texturas y cuerpos se ven sumergidos en un encastre perfecto, mostrando el lado B del amor dónde el deseo no duda en decir presente. Es una película que infiltra intensidad entre líneas; una película sobre “una mujer enamorada del amor” que eligió alejarse del mundo; una película sobre el aprendizaje: aprender que el dolor demanda ser sentido, y que en ese camino hay que dejarse ayudar.

Y en este aspecto, recuerdo otra película, una de mis favoritas, Metal & Hueso, en la cuál los destellos de luz, las texturas y los cuerpos también recrean una atmósfera envolvente, invitándonos a sentir, a abrir los ojos.

En el post de ayer hablaba de “abrirle los ojos a la luz“, y hoy veo la relación entre las escenas de estas dos películas y esa frase: La luz, la luz que, así como el deseo en Aires de esperanza o la intensidad en Metal & Hueso, tampoco duda en decir presente. La luz que en ocasiones puede hacer difícil la mirada perfecta; la luz que encontramos, o nos encuentra, al tiempo y compás de cada uno; la intensidad de la luz que hace que nuestro instante tenga valor.

Y cierro con otra frase de Anaïs Nin: “No tenemos un lenguaje para los sentidos. Los sentimientos son las imágenes, las sensaciones son como sonidos musicales.” Entonces supongo que, al menos por hoy, un viernes de julio en pleno invierno,  mis sentimientos son como éstas imágenes, y mis sensaciones como ésta canción (y de alguna forma, también son mis palabras):

Sentimientos

Sensaciones