De la teoría a la práctica.

#YogaParaMortales

Cuando me propusieron formar parte de los blogs de Infobae, mi respuesta fue: “no tengo absolutamente ninguna experiencia en blogs”.
En serio, no tengo experiencia. Jamás escribí un blog, desconozco los formatos, la forma de dirigirse a la gente, qué gusta y qué disgusta; sin embargo, aquí estoy… Cursando Instructorado de Ashtanga Vinyasa Yoga, practicante de la disciplina por 2 años, mamá, reikista, empleada y divorciada.

Cuando empecé a transitar este camino, me llené de información… Libros, notas, páginas en internet, imágenes, instrucciones detalladas de las asanas más impresionantes… Además de enfrentarme a mi misma en el mat (léase mat como “alfombra antideslizante”), me di cuenta, en el primer intento por tocar los dedos de mis pies, que no todo era tan fácil como parecía.

Aquí se me abre la posibilidad de compartir con personas reales este maravilloso camino. #YogaParaMortales nace para llevar a un plano más terrenal la práctica de Yoga en la vida cotidiana. Usualmente, cuando se habla de esta disciplina lo primero que se nos viene a la mente es una persona que no se altera con los factores externos, sentada en posición de loto, con las manos en mudra hamsasya, al cantito de Ohm, llena de paz mental… Y no está muy lejos de la imagen espiritual a la que uno aspira.

La realidad nos muestra que a ese punto se llegará con tiempo y paciencia, mientras tanto somos Seres Humanos. Nos enojamos, nos frustramos, lloramos, nos reímos, nos entristecemos, nos duele el cuerpo, la mente y el alma. Somos felices, sentimos placer, tenemos sexo, nos gusta comer y beber, tenemos vicios. Y en medio de todo eso intentamos encontrarnos. Así, espero que este blog acompañe y motive la práctica de Yoga (en cualquiera de sus formas) para crecer, evolucionar y seguir adelante.

Asthanga Vinyasa Yoga se caracteriza por ser una práctica dinámica que coordina asanas (posturas) con la respiración (vinyasa). El beneficio inmediato de la práctica es desintoxicar el cuerpo a través de la transpiración y oxigenar la sangre gracias a las respiraciones profundas. Esto último también actúa sobre los órganos internos mejorando su funcionamiento. Pero el beneficio a largo plazo va mucho más allá. El fundador del Ashtanga Vinyasa Yoga fue Sri Pattabhi Jois, quien nació en India en julio de 1915.

Ashtanga se descompone en “ashto” = ocho y “anga” = miembros, pasos, partes o componentes. Vinyasa por su parte es “ir a través de”.

Así los ocho pasos son:

Yama: Observación interna
Niyama: Observación externa
Asana: Posturas
Pranayama: Control de la respiración
Pratyahara: Sentido muscular
Dharana: Concentración
Dhyana: Meditación
Samadhi: Conciencia Total

Por lo general, nosotros, los mortales, comenzamos con lo “tangible”, las asanas. Vemos Yogis esculturales retorcerse y estirarse de formas casi inhumanas e inmediatamente (luego de años de estereotipos mentales y sociales) la mente dice: Quiero verme así de guapa al rotar mi torso en 180° sin que se me salga el asado que comí el sábado y los chocolates que deglutí el domingo lluvioso, viendo esa serie que tanto me gusta.
Pues no. Ya empecé con el pie izquierdo. Ni me veo así de guapa ni puedo esconder el pliegue inevitable que dejó la maternidad… ni los chocolates y el asado que, comentario aparte, me encantan.

Luego de 2 años de práctica y de comenzar mi formación como Instructora, comprendí que “verse guapa” no es el objetivo. Como tampoco lo es realizar la asana a la perfección en el primer intento. Como dije antes, se trata de tiempo y paciencia. Con uno mismo, con todo y con todos. Tarea cuasi titánica, por cierto.
La idea es que descubras que llevar las teorías a la práctica es complicado, frustrante y súper difícil. Que “los seres de luz” no se hacen de un día para el otro. Que en este recorrido ni empezás comiendo lechuga, ni levitando, por el contrario, a veces te encontrás diciéndote “¿qué estoy haciendo?, ni soy Budha ni Obi Wan Kenobi y definitivamente la fuerza no tiene ganas de acompañarme hoy”,  mientras abrís una cerveza… Pero aún así algo te insta a seguir intentando, a seguir esforzándote. Y al día siguiente ahí estás, subida en el mat, lista para conquistar el mundo… o por lo menos tu mundo, que ya es muchísimo.

Por ahí leí: “El Maestro también fue principiante alguna vez”, desconozco el autor, pero que frase más acertada. Hoy somos principiantes, pero algún día seremos Maestros, es cuestión de seguir practicando.

Importante: Todas las asanas deben aprenderse con la guía de un Instructor calificado.