Por: Fabio Lacolla
El cubrebaches
No hay nada mejor para la soledad que una buena invención. El amor platónico es generoso y completo, podés depositar ahí todas tus fantasías: tu ideal de perfección, te patrón estético y hasta un determinado nivel cultural. Es la escultura perfecta hecha con tu propia imaginación aunque la mala noticia es que nunca llegarás a alcanzarlo y en tal caso si eso ocurriera, ese ideal automáticamente perdería su magia y se convertiría al instante en un mortal común y silvestre.
La condición del amor platónico es la ausencia y la distancia. La ausencia permite la evocación a imagen y semejanza de aquello que siempre soñaste y la distancia garantiza que nunca llegará a ser próximo. Como si fuera un tren de carga, cada uno deposita en ese amor todo lo que siempre soñó; la forma de ser, el modo de hablar, el color de la piel, el contorno del cuerpo y porque no, el modo de callar.
Platón, Platón que grande sos
El amigo Platón estaba enamorado de escucharse hablar y dentro de sus grandes éxitos parlantes estaba el tema del amor. Ante todo y como primera fascinación estaba el amor a la belleza corporal, el amor a un cuerpo bello determinado. Luego venía, un escaloncito más abajo, el amor a la belleza de las almas, es decir, a la belleza moral que se manifiesta en las reglas de conducta de los hombres. Seguía con el amor a los conocimientos y por ultimo el amor a lo bello en sí, el cual decía que era el nivel supremo de amor y que se nos presenta cuando hemos recorrido correctamente los caminos anteriores en todas sus etapas. Para Platón quien accede a un tipo supremo del amor es el auténtico filósofo y para él era el que estaba más allá de lo sexual. Por eso el verdadero significado del amor platónico trasciende lo sexual, es un enamoramiento más puro, casi infantil. Inclusive planteaba que el amor supremo era con seres de la misma condición sexual.
Tener un amor platónico no es para enrostrárselo a tu pareja de turno. Es casi un estado de mismidad, de intimidad en el sentido que se vive dentro de sí mismo. Hablarle a tu pareja del amor platónico es hacerlo sentir un imbécil que nunca le llegará ni a los talones y… pobre de la pareja que haga el intento de probar medirse con semejante Poseidón. Básicamente tu amor platónico te dice que es lo que nunca vas a alcanzar pero a la vez te guía para que tu búsqueda vaya en esa dirección, por eso el amor siempre termina pasando por algún pasillo de la desilusión. Tampoco hagan el intento de transformar al platónico en real, es más doloroso esa conversión que fumarte la zapán del Cacho o la voz ronca de la Patri.
Un amor insípido
No es buen negocio celar a un amor platónico porque justamente es el amor más inofensivo. Desconfía del carnicero que le dice a tu mujer que le lleve el cuchillo que se lo afila de onda o del verdulero que le regala el perejil. El amor platónico es un poster. Es una imagen que no tiene semejanza, una piedra arrojada al mar que se confunde con otras piedras.
C.C.C. (Compartan, Comenten y Critiquen)