Mejorá tu autoestima!

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¿Cómo se forma la autoestima?

La autoestima corresponde a la valoración positiva o negativa que una persona hace de sí misma, se refiere a cómo la persona se ve a sí misma, lo que piensa de ella, cómo reacciona ante sí misma. Es una predisposición a experimentarse como competente para afrontar los desafíos de la vida y como merecedor de felicidad.

Este tema tiene una enorme importancia ya que de la valoración que haga de sí mismo dependerá de lo que juzgue posible hacer en la vida y el protagonismo que adopte en ella. Además condiciona el proceso de desarrollo de sus potencialidades y también la inserción de la persona dentro de  la sociedad.

La personas no nacemos con un concepto de lo que somos, sino que este juicio se va formando y desarrollando progresivamente en la medida en que nos relacionamos con el ambiente, mediante la interpretación de las experiencias físicas, psicológicas y sociales durante nuestro desarrollo.

Es decir, la autoestima es algo que se aprende y, como todo lo aprendido, es susceptible de cambio y mejora a lo largo de toda la vida.

Este concepto se va formando a temprana edad y está marcado por dos aspectos: • Por el autoconocimiento que tenga la persona de sí, es decir, del conjunto de datos que tiene la persona con respecto de su ser y el juicio sobre estos. • Por los ideales a los que espera llegar, es decir, de cómo a la persona le gustaría o desearía ser. Esto se ve fuertemente influenciado por la cultura en que se está inserto. En el ideal que cada persona tiene de sí mismo, se encuentra el modelo que la persona tiene que enfrentar, enjuiciar y evaluar. El ideal de sí mismo le imprime dirección a la vida.

Si ambos aspectos se acercan, la autoestima será cada vez más positiva.

Los pilares de la Autoestima

Autoeficacia:
• Confianza en el funcionamiento de su mente, en su capacidad de pensar, en los procesos por los cuales juzga, elige y decide.
• Confianza en su capacidad de comprender los hechos de “la realidad” que entran en la esfera de sus intereses y necesidades.
• Predisposición a experimentarse fundamentalmente competente para afrontar los desafíos de la vida.

Auto dignidad:
• Mérito personal: Seguridad de su valor, una actitud afirmativa hacia su derecho de vivir y ser feliz.
• Seguridad al expresar apropiadamente sus pensamientos, deseos y necesidades. • Predisposición a experimentarse como digno de éxito y felicidad, en consecuencia, la percepción como persona para quien el logro, el éxito, el respeto, la amistad y el amor son apropiados.

 

Proceso externo de construcción de la autoestima

El proceso externo está dado fundamentalmente por la influencia que los demás, en general, tienen sobre el aspecto emocional de la persona, vale decir, que las opiniones que reciba de otras personas y la validación que hace de esas opiniones son los que alimentan este proceso.

Otro factor muy negativo para la autoestima, es el hecho de repetir reiteradamente las características negativas de la persona. Tanto la crítica como las reglas y los deberes inflexibles, así como el perfeccionismo, inciden negativamente en la autoestima, porque no dan libertad y generan contextos de presión y la sensación de no haber logrado nunca las metas.

Proceso interno de construcción de la autoestima

La persona también realiza una construcción interna según sus propias experiencias. Esta construcción va a ser positiva o negativa según lo sean esas experiencias y el juicio que se haga de ellas, es decir, va a estar en estrecha relación con decirse a sí mismo: “yo pude”, “lo hice bien”, “merezco quererme”.

Es como un premio hacia sí mismo, que a su vez se va a convertir en la energía para hacer otras cosas de manera acertada.

Una buena autoestima es el motor que desencadenará asertividad en las funciones emocionales y sociales que va a permitir que se obtenga como resultado agrado, satisfacción, gusto y amor por lo propio. A su vez, estas últimas emociones generarán una retroalimentación que recaerá nuevamente sobre la construcción de la autoestima positiva que se ha generado, aumentando de esta manera su potencial también positivo. Incluso y gracias a esto, podrá ser el mismo individuo quien mejore luego sus resultados como desafío propio y para una mayor satisfacción personal.

Esto se ve favorecido si va acompañado de palabras positivas que el sujeto se diga a si mismo (diálogo interno) como “lo hice bien”, eludiendo frases de negación, es decir,  en vez de decir, “no debo volver a hacer tal cosa”, decir “de ahora en adelante debo procurar hacer tal otra”, y evitando también las frases negativas cambiándolas por aseveraciones positivas. Es decir, cambiar una frase como “lo hice todo mal” por otra como “debo mejorar tal aspecto” o “haré lo posible por mejorar tal otro”.

Sin embargo, puede pasar también lo contrario, que el individuo se vea enfrentado a resultados o experiencias desagradables, a errores e insatisfacciones, provocando repercusiones con una carga emocional negativa acompañado de autoacusaciones y autocastigos que le aportan y le provocan una información muchas veces distorsionada y que le conduce a actuar de forma similar, obteniendo resultados de las  mismas características o incluso peores.

La Autoestima

• La persona que tiene autoestima, experimenta un sano sentimiento de agrado y satisfacción consigo misma.
• Se conoce, se acepta y valora con todas sus virtudes, defectos y posibilidades.
• Siente además que las limitaciones no disminuyen su valor esencial como persona y se descubre como alguien “querible” por lo que es en sí, y descubre la importancia de cuidar de sí.
• Quien posee autoestima también acepta y valora a los demás tal cual son; puede establecer relaciones de sana dependencia comunicándose en forma clara y directa con los demás.
• Se ve favorecido con la capacidad y la buena disposición para permitir que los seres queridos sean lo que ellos elijan, sin presionarlos para inducirlos en sus preferencias.
• Es una persona que tiene el valor de asumir riesgos y enfrentar los fracasos y frustraciones como oportunidades para aprender a crecer y los asume como desafío, separándolos  de sí mismo.
• Logra aprender de los errores cometidos.

En la medida en que nos animamos a creer en nosotros mismos, ponemos más energía positiva y perseverancia ante los retos y desafíos del entorno, ello suele llevar a obtener los resultados esperados, lo cual refuerza de nuevo nuestra autoestima cerrándose así un círculo positivo de autoestima y energía para afrontar los cambios.

Agostina Fasanella
Y el Equipo de Liderarte Consultora