Por: Luciana Paulise
El modelo tradicional para iniciar una empresa y que siempre proponemos los consultores se basa en tener una idea y elaborar un plan de negocios para organizar los pasos a seguir para llevar a cabo esa idea.
Sin embargo, un plan de negocios se basa en las suposiciones del emprendedor, lo que en algunos casos puede entorpecer el proceso de creación y desanimar al emprendedor cuando se trata de un producto totalmente nuevo en el mercado, del cual no se tiene una historia ni información sobre otros productos comparables. Es decir que puede resultar muy útil para definir las bases del proyecto y los recursos, pero quizás no es lo suficientemente dinámico, ya que las premisas que proponemos respecto al producto en sí que vamos a ofrecer pueden ser totalmente erróneas. Cuando se desarrolla un producto nuevo, quizás no sabemos bien cuáles son los clientes por ejemplo. Normalmente tenemos una idea de lo que queremos hacer, pero hay que adaptarla luego a las circunstancias que se van presentando. Lo que se busca es reducir la tasa de fracaso del primer producto lanzado, asumiendo que para llegar al producto que el cliente realmente quiere generalmente hay intentos previos. Si tomamos estos intentos como aceptables y parte fundamental del éxito futuro, no se pierde la pasión ni la energía del inicio ni se pierde tiempo ni dinero, sino que se invierte.
Hace aproximadamente cinco años se popularizó el concepto de “Lean Startup”, engendrado por Eric Ries. Éste defiende que el ciclo de desarrollo de un producto puede acotarse y los negocios pueden dirigirse más eficientemente midiendo los procesos y las retroalimentaciones de los clientes siguiendo la metodología LEAN. ¿Te suena? ¡Sí! La misma metodología que utiliza Toyota para su proceso de proceso de producción, que implica un uso eficiente de los recursos reduciendo los desperdicios, puede utilizarse en los emprendimientos o lanzamientos de nuevos productos en empresas existentes.
El Lean startup se basa en empezar a ofrecer el producto e ir experimentando, quizás antes de que esté siquiera terminado, recibir feedback de los usuarios o “early adpoters” e innovar continuamente con esa nueva información. En un Lean startup, lo que genera valor es lo que beneficia al cliente, todo lo demás que se haga es un desperdicio. Tener éxito es solucionarle un problema al cliente.
Los principios del Lean Startup son 5:
- Los emprendedores están en todos lados: podés ser un emprendedor que empieza en una cochera como Steve Jobs o Bill Gates, o simplemente un empleado que se le ocurren nuevos productos dentro de una empresa. Es decir que esta metodología puede utilizarse en todos los casos que se quieran desarrollar nuevos productos, tanto en una empresa nueva, o en una PYME, como en una gran corporación. Cuando se trata de una empresa ya formada, depende de la gerencia el apoyo y recursos que provea para dar lugar a la innovación y cultivar el Intrapreneurship en algún sector específico pero es totalmente aplicable.
- El entrepreneurship o emprendedurismo es una forma de gestión bajo incertidumbre y constante innovación. En el caso de Apple por ejemplo, cada proyecto nuevo es como un “emprendimiento” y se gestiona diferente que las actividades del día a día de la empresa. La alta incertidumbre por lo innovador de los productos obliga a gestionar los recursos de forma diferente.
- Emprender no es solo crear un producto, sino también validar conocimiento constantemente, ir viendo qué funciona y qué no. Como cuando Henry Ford desarrolló el primer auto, probó y probó diferentes formas de que funcionaran los cilindros. Los emprendedores tienen que estar constantemente haciendo cambios en el producto, el marketing y las operaciones según lo que van viendo y aprendiendo que funciona.
- 3 Pasos fundamentales Hacer-medir-aprender: un startup tiene que hacer productos, medir como responden los clientes y aprender si hace falta hacer algún cambio e implementarlo en un nuevo producto. Cuanto más se entiende al cliente haciendo un análisis causa-efecto de los cambios en el producto y su impacto, más se pude mejorar el producto y adaptarlo a sus necesidades. Este ciclo de realimentación debe ser constante, cuanto más rápido es, más eficiente es el emprendimiento porque se ahorra tiempo y dinero.
- La importancia de la gestión de la innovación: para que la innovación sea bien utilizada, alguna forma de gestionarla hay que tener, como se tendría en un plan de negocios. Es decir que hay que intentar poner fechas, objetivos, medir exitoso y fracasos, priorizar tareas. Siempre hay que mantenerse organizado para poder seguir avanzando. La innovación por sí misma no es suficiente.
En conclusión, la metodología Lean Startup es más que un reemplazo del plan de negocios, una metodología complementaria para adaptarlo a la realidad cambiante de un producto innovador.
NO te olvides que en un emprendimiento, 5% es una gran idea, el otro 95% son decisiones respecto al producto, a los clientes, y al feedback constante.
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