12. Las parejas pegoteadas

#AmoresTóxicos

Lo tuyo es mío y viceversa

Respirar por los pulmones del otro puede ser muy peligroso. Las parejas que conforman un vínculo pegoteado sólo se conectan con el mundo a través del otro. Por eso cuando ese otro desaparece, la sensación de vacío es tan insoportable como el silencio que acude como respuesta a una pregunta urgente. El uno para el otro, la media naranja y toda esa sarta de frases hechas no hacen otra cosa que debilitar determinados vínculos. Buscar en el otro lo que me falta no es algo malo, la diferencia está en si se hace desde la necesidad o desde la carencia: una cosa es decir “yo necesito de vos tal cosa” y otra muy distinta es declamar “si vos no me das lo que yo no tengo me muero”.

 

Saberse de memoria

El mismo jogging, las mismas zapatillas, los mismos amigos, los mismos colores. Saberse de memoria anula la capacidad de sorpresa, marca un patrón de identidad del cual es muy difícil correrse. Pareciera que todo está previsto y cualquier cosa que se separe de ese trazo será tildado de anormalidad. Son vínculos atravesados por los rituales, es decir por la repetición sistemática de lo mismo sin ninguna variación. Rito es rigidez, mito es diversión. La interdependencia te ata las manos mientras queres nadar.

 

Bajo control

Las parejas simbióticas son buenas con los buenos y detestables con aquellos que no entran en su cosmovisión. En general, de lejos, son gente muy agradables y generosas, dicha bondad está al servicio de controlar todos tus movimientos ya que son personas extremadamente rígidas que, sacadas de su habitad natural, no saben cómo moverse; se sienten incómodas en aquellas situaciones que no están bajo su control.

La foto

Suelen perder el nombre propio y llamarse por apodos empalagosos entre ellos, no generan momentos de intimidad ya que para ellos la soledad es síntoma de tristeza y desamparo. Si uno quiere estar solo el otro lo vive como un desprecio o castigo encubierto. Los amigos de uno son los amigos del otro y todo espacio que transitan lo hacen juntos. Los horarios de él organiza la agenda de ella. Cuando uno de los dos quiere hacer algo diferente, el otro amenaza con irse a un after con los de la ofi. Creen que estar en pareja es renunciar a todo lo que no los incluye.

Con el tiempo las parejas simbióticas van perdiendo el diálogo y cada día se embalsaman más. Hablan en plural porque perdieron su individualidad. No toman decisiones individuales y nunca, pero nunca, piensan en la posibilidad de estar separados. Ni siquiera la muerte puede con ellos.

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C.C.C. (Compartan, Comenten y Critiquen)