Por: Fernando Taveira
El equipo que dirige Marc Wilmots llegó a Brasil con la intención de dar el golpe. Su extraordinario trabajo en el Grupo A de la Eliminatoria de la UEFA, junto con el armado de figuras internacionales que mezclan juventud con experiencia, y la debilidad de su rivales en la primera fase, son argumentos suficientes para suponer que los “Diablos Rojos” llegarán a las instancias decisivas de la Copa del Mundo.
Si bien el ciclo de Bélgica no comenzó de la mejor manera, ya que en su debut por la clasificación obtuvieron un empate frente a Gales en Bruselas, el crecimiento continuo del combinado europeo lo llevó a ser cabeza de serie en el certamen organizado por el país sudamericano.
Esa igualdad con los británicos y un 1 a 1 ante Croacia, fueron los únicos partidos en los que ésta promesa ha perdido puntos, dado que en las 8 presentaciones siguientes los de Wilmots lograron quedarse con las tres unidades.
Por más que este seleccionado no haya conseguido resultados abultados (la máxima goleada fue un 3 a 0 contra Serbia), su juego está basado en la solidez defensiva. La figura de Thibaut Courtois, flamante campeón de la Liga de las Estrellas y finalista de la Champions League con el Atlético Madrid, acompañado por Vincent Kompany, consagrado en el campeonato inglés con el Manchester City, y Jan Vertonhen, de gran campaña en el Tottenham, dan cuenta de las dificultades que le proponen a sus adversarios para batir su invicto.
Por las bandas, el trabajo de Toby Alderweireld, quien brilló en el elenco de Diego Simeone, y Thomas Vermaelen, uno de los responsables de coronar al Arsenal en la FA Cup, son una amenaza constante para sus rivales, ya que intercalan proyecciones ofensivas con la solvencia característica que propone esta escuadra. Son como los históricos laterales brasileños, pero con mayor marca.
En la mitad de la cancha, Marouane Fellaini (de Manchester United), Axel Witsel (del Zenit de San Petesburgo) y Moussa Dembele (del Tottenham) son los encargados de brindar contención y creación. Además del sacrificio de realizar la labor de recuperación, la combinación entre ellos es una garantía para que la pelota llegue limpia al ataque.
Eden Hazard (del Chelsea) es quien comanda todas las acciones de riesgo. Su velocidad, habilidad y técnica son las herramientas con las que amenaza a los arqueros rivales. Además, cuenta con la compañía de Dries Mertens (campeón con el Nápoli de la Copa Italia) y Romelu Lukaku, un referente de área que supo ganarse un lugar en el Everton.
Por si fuera poco, las alternativas también son de temer, ya que el colorado Kevin De Bruyne (del Wolfsburgo) demostró tener llegada a la red, mientras que Kevin Mirallas (del Everton) es un delantero que se adapta muy bien al equipo y Daniel van Buyten (campeón de la Copa de Alemania y la Bundesliga con el Bayern Munich) aporta experiencia y orden en la defensa. Los casos de Steven Defour (del Porto) y Nacer Chadli (del Tottenham) también deben tenerse en consideración debido a que cada vez que ingresan son una garantía en el mediocampo.
Finalmente, la fortuna también es una variante en la cita mundialista, y la zona que le ha tocado genera ilusión en todos sus seguidores. Su ajustado triunfo frente a Argelia, en el Mineirao de Belo Horizonte, representó una demostración de carácter, algo que intentará repetir en su segundo compromiso, que lo tendrá ante Rusia, en el Maracaná de Río de Janeiro. Su tercer partido, en tanto, lo jugará contra Corea del Sur en San Pablo. Una fase que le da la posibilidad a los “Diablos Rojos” de acceder a los octavos de final en la primera ubicación, donde intentarán clasificarse entre los ocho mejores del certamen ante el segundo del Grupo G, es decir: Portugal, Ghana ó Estados Unidos (si es que Alemania hace bien su tarea).
Por lo tanto, así como en la edición de 1994 búlgaros y suecos se dirimieron el tercer puesto, ó en la del 2002, donde turcos y coreanos se transformaron en la sensación del torneo, y en 1998 la selección croata sorprendió con el bronce, en este caso, la belga promete ser dura; y brindará batalla para ocupar los primeros planos de la competición organizada en Brasil.